¿Cuántas veces hemos escuchado hablar de la pobreza? Tantas, que ahora dicha problemática se ha vuelto algo rutinario, cayendo así en la indiferencia de muchas personas.

En la mayoría de las instituciones educativas se pretende observar a los estudiantes por igual. Pese a ello; no podemos comparar a los estudiantes a quienes sus padres les dan todo lo que pidan, quizá para cubrir su falta de atención o cariño; con aquellos estudiantes que hacen un gran esfuerzo para poder estudiar.


La historia a continuación es basada en la realidad (octubre 2009) se omiten nombres de estudiantes, profesores e instituciones y algunos datos de la vivencia, para darles privacidad y no cansar al usuario con la lectura.

Días atrás me comentaba mi madre (es educadora) la satisfacción que ella y una compañera habían sentido al poder contribuir con una familia de escasos recursos, esto gracias a que en la institución en que laboran, se recaudaron víveres para así llevarlos a la casa de un estudiante.

Aproximadamente hora y media tardaron recorriendo el camino hasta llegar a su destino, conduciendo por cuestas y guindos. Lo impresionante fue cuando el estudiante con el que iban dijo: “ya uno esta acostumbrado, yo tardo sólo 45 minutos cuando salgo temprano de clases, en la tarde mis primos y yo tenemos beca del bus, de donde nos bajamos tenemos que cruzar la montaña con un foco para alumbrar el camino.

Hubo un momento en el que debieron elegir entre un poste de luz o caer en un río, prefirieron el poste de luz, gracias a Dios poco a poco pudieron dar vuelta. Ambas estaban muy nerviosas pues si el camino seguía de esa manera ¿a dónde irían a parar? Por fin llegaron a la casa, como pudieron dieron la vuelta, les dieron la comida a la familia y volvieron a sus labores.

Asombroso es ver a estudiantes que destacan, esforzados, inteligentes, que buscan la manera de no ausentarse de clases, de llevar los trabajos bien hechos para concluir sus estudios. A diferencia de otros estudiantes que se conforman con el mínimo en la nota, no van a clases o simplemente no hacen nada en las lecciones. Que decepcionante.

Para algunos de los estudiantes el almuerzo que reciben del comedor es la única comida en todo el día.

¿Cómo pueden las personas ignorar ésta realidad?

¿Cómo eliminar toda actitud de indiferencia existente en las personas y hasta en algunos educadores, que se hacen de la vista gorda ante casos como éste y no se percatan de las necesidades que pueda tener un (a) estudiante?

¿Qué hace falta para que todos los estudiantes se esfuercen de la misma manera o mejor que el chico de la historia?