Karla es una adolescente de 15 años, últimamente se ausenta de clases con algunos de sus amigos. Llega a casa por la madruga, sin importar si es o no fin de semana, con cierto aromas etílicos e de sustancias ilegales.

Su madre ha notado que en desde unos días atrás ella no es la misma chica de antes, mientras esta en casa pasa encerrada en su habitación escuchando música con su nuevo iPod, se relaciona con sus padres gritando, diciendo palabras poco agradables, hirientes, hasta casi inimaginables, que una chica con los valores que sus padres ha procurado inculcarle; podría decir. A lo que en su defensa dice: “soy joven, soy de una época diferente, ustedes son unos viejos, no saben nada, déjenme vivir”.

Su madre preocupada por su actitud entra a su habitación (cuando ella no está, claro) en busca de algo que le diga cual es el problema, minuciosa como la mayoría de las madres, encuentra drogas en un pequeño baúl. Ahora sus padres no saben que hacer, aunque eliminen las drogas de su habitación, ella va a seguir con sus amigos (quienes las compran), pues no pueden tenerla encerrada en casa, pero
¿Qué hacer para que no se convierta en una adicta?

¿Es culpa de los padres el mal comportamiento de Karla?

¿Qué hace falta para que los jóvenes de hoy no caigan en los vicios, adicción y en las demás problemáticas que surgen en la sociedad?